La política pública de mejora regulatoria se orientará por los principios, que a continuación se enuncian:
- Mayores beneficios que costos y el máximo beneficio social
- Seguridad jurídica que propicie la claridad de derechos y obligaciones a los ciudadanos
- Simplicidad y no duplicidad en la emisión de normas, trámites y procedimientos administrativos
- Uso de tecnologías de la información
- Proporcionalidad, prevención razonable de riesgos e impactos
- Transparencia, responsabilidad y rendición de cuentas
- Fomento a la competitividad y el empleo
- Acceso no-discriminatorio a insumos esenciales e interconexión efectiva entre red
- Reconocimiento de asimetrías en el cumplimiento regulatorio